SIEMPRE LIBROS
TODAS LAS EDITORIALES EN UNA SOLA PÁGINA
KENTUKIS SAMANTA SCHWEBLIN
Última gran novela de la celebrada autora argentina nominada al Man Booker Prize 2017.
Samanta Schweblin ha creado un universo fascinante, un mundo donde no sabemos quién nos mira y en el que podemos ser amos o mascotas.
Reseña del libro Kentukis
¿Qué sucedería si personas de cualquier lugar del planeta pudieran meterse en la vida de otras? ¿A través de qué dispositivo lo harían? ¿Hasta dónde podría llegar la creatividad humana para sacar provecho de esta situación? Cada uno de los personajes de esta novela encarna el costado más escalofriante de la tecnología. Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca, y se está propagando rápidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlín no debería poder pasearse libremente por el living de otra que vive en Sídney; ni alguien que vive en Bangkok, desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires.
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KENTUKIS SAMANTA SCHWEBLIN
Última gran novela de la celebrada autora argentina nominada al Man Booker Prize 2017.
Samanta Schweblin ha creado un universo fascinante, un mundo donde no sabemos quién nos mira y en el que podemos ser amos o mascotas.
Reseña del libro Kentukis
¿Qué sucedería si personas de cualquier lugar del planeta pudieran meterse en la vida de otras? ¿A través de qué dispositivo lo harían? ¿Hasta dónde podría llegar la creatividad humana para sacar provecho de esta situación? Cada uno de los personajes de esta novela encarna el costado más escalofriante de la tecnología. Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca, y se está propagando rápidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlín no debería poder pasearse libremente por el living de otra que vive en Sídney; ni alguien que vive en Bangkok, desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires.